Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran https://nikolasvlvr891900.jiliblog.com/94887014/qué-declaró-zidane-después-del-cabezazo